Una crisis espiritual condujo a Tolstói (1828-1910) a un cristianimso sin dogma, basado en el amor y la no resistencia al mal. Siempre comprometido en la búsqueda de un paradigma de justicia, el artista extraería de aquella crisis un ideal de vida - pobreza voluntaria, trabajo manual, ascetismo- que le llevaría, en 1888, a ceder sus posesiones a su familia y, más tarde, los derechos de sus últimas obras al dominio público.
Subjetividad y sed de verdad se dan la mano en este Evangelio abreviado, la traducción de los cuatro evangelios que Tolstói realizó para revelar el verdadero mensaje de Cristo, que, en su opinión, tras mil ochocientos años de manipulaciones y tergiversaciones, la exégesis eclesiástica había ocultado. Por primera vez el lector en español tiene a la que fue, según el escritor ruso, la obra más importante de su vida.
León Tolstói
León Tolstoi fue un gran novelista ruso, profundo pensador social y moral, y uno de los más grandes autores del realismo de todos los tiempos. Hijo de un terrateniente, nació en 1828 en Yásmaia Polonia, la cual era la propiedad agrícola de su familia en Moscú. Tuvo tutores ses y alemanes, y a los 16 años, ingresó en la Universidad de Kazán, donde estudio lenguas y más tarde leyes. Abandonó sus estudios en 1847. Después de haber intentado mejorar las condiciones de vida de siervos de sus tierras, se metió de lleno en la disipada vida de alta sociedad aristocrática moscovita, a la que prometió en sus diarios gentilmente reformar. En 1851, decidió incorporarse también al Ejército ruso. Allí estuvo en o con los cosacos, que se convertirían en los protagonistas de una de sus mejores novelas cortas,Los cosacos (1863) en ella compara el cansancio y la juventud moscovita con el vigor y la vida al aire libre de los cosacos, que representa con simpatía y un profundo realismo poético. Concluyó una obra autobiográfica, llamada Infancia (1852), a la que siguieron, Adolescencia (1854) y Juventud (1856) en las cuales reveló una serie de recuerdos de carácter psicológico similares a los de la mayoría de los jóvenes. Estas obras fueron inmediatamente acogidas por el público, de igual modo que Sebastopol (1855-1856), tres historias basadas en la guerra de Crimea. Tolstói regresó a San Petersburgo en 1856, y se sintió atraído por la educación de los campesinos. D
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