Solo quería una esposa, pero algo vibró en su oscuro corazón…
Fríamente despiadado y profundamente cínico, Apollo Metraxis era uno de los solteros más cotizados del mundo. Pero, cuando descubrió que el testamento de su padre lo obligaba a casarse y tener un hijo para recibir la herencia, Apollo se vio empujado a hacer algo impensable.
La sencilla Pixie Robinson era una mujer a la que Apollo no hubiese mirado dos veces, pero las deudas que había contraído su hermano la convertían en una mujer maleable y por tanto candidata a ser su esposa. Sin embargo, descubrir la inocencia de Pixie durante la noche de bodas tocó una escondida fibra en su oscuro corazón y Apollo se vio obligado a recapacitar.
Y eso fue antes de descubrir que Pixie estaba esperando no solo uno sino dos herederos de la familia Metraxis.
Lynne Graham
De padres irlandeses y escoceses, Lynne Graham ha vivido en Irlanda del Norte durante toda su vida y solo tiene un hermano. Creció en una zona costera y ahora vive en una casa de campo, rodeada de hermosos jardines. Lynne conoció a su marido cuando tenía catorce años y se casaron cuando ella terminó la carrera en la universidad de Edimburgo. Escribió su primera novela a los quince años, pero fue rechazada en todas partes. Volvió a escribir de nuevo cuando estaba en casa cuidando de su primer hijo. Tuvo que hacer varios intentos antes de vender su primera novela y nunca podrá olvidar la alegría de ver ese primer título suyo en los quioscos. Lynne siempre había querido tener una gran familia y ahora es madre de cinco hijos. El mayor, su único hijo natural, tiene diecinueve años y está estudiando en la universidad. Sus otros hijos, que son para ella como si fueran propios, han sido adoptados. Tiene dos de nueve años, naturales de Sri Lanka, uno de tres y otro de cinco años, naturales de Guatemala. En la casa de Lynne hay una gran diversidad cultural, que aporta una dimensión nueva a su vida familiar. La familia Graham tiene dos mascotas: Thomas, un enorme y afectuoso gato negro que caza conejos y se atreve a enfrentarse con cualquier perro. Y una perra, Daisy, una West Highland Terrier adorable, pero no demasiado lista a quien le encanta ser perseguida por Thomas. Por la noche, perra y gato duermen juntos frente a la chimenea. A Lynne le encanta cuidar de su jardín, cocinar, coleccionar de todo desde juguetes viejos a piedras de todas clases y se vuelve loca cuando llega la Navidad.
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