Aunqueatraviesen un hermosoparque o bordeen un prístinolago, los caminos que conducenhasta los sucesivoscolegios en los que estudia Wolfram se ven empañados por las negrassombras que sobre ellosproyecta la escuela, permanente motivo de angustias. Porque, al final del camino, leesperan los temidosprofesores, prestos a regañar y poner en ridículo a esealumnotímido, casi tartamudo, torpe y soñador, que se identifica hasta la obsesión con los heroes de las novelas de KarlMay y en ocasiones se muestraagresivo sin motivo. Sin duda es un niño peculiar: lejos de suspadres, que lo dejan al cuidado de los abuelos, Wolfram sufreextrañas "ausencias", ensoñaciones, desdoblamientos y desmayos que duran minutos y de los que intenta curarle el doctor Edelstein. Sin embargo, mientrassoporta al amargadoprofesorHilpert, o conversa con el doctor Edelstein y susobrinoSiegfried, que sueña con ser oficial de la caballeríaprusiana, en su interior va incubándosealgopoderoso, que pugna por definirse y expresarse. Y que tal vez, aunquetardíamente, acabe por salir a la superficie.
Ernst Junger
Escritor alemán nacido en Heidelberg. A lo largo de sus 103 años, se transformó en uno de los hitos culturales fundamentales del siglo, no sólo en Alemania, sino en todo Occidente. Inmerso en un siglo convulso, portavoz no oficial de la Kultur germana tan denostada entre 1914 y 1945, sufre en su propia carne los prejuicios que la propaganda achaca a esta Kultur en todo su sentido negativo, prejuicios que, por extensión, no han dudado en esgrimir sus detractores en todo tiempo y lugar. No obstante, al conocedor de su obra no le queda más remedio que doblegarse y, aún no estando de acuerdo con todos sus postulados, reconocer su relevancia en el desarrollo cultural del siglo XX. Participó como voluntario en la primera guerra mundial. La experiencia de aquellos años terribles quedó reflejada en Tempestades de acero, primer tomo de sus Diarios. Terminada la contienda, alternó su afición a escribir y viajar con los estudios de zoología y filosofía. Dentro del conjunto de su extensa obra, ocupan una posición central los Diarios, que ofrecen el testimonio de una trayectoria intelectual que se extiende a lo largo de casi ochenta años. Su obra, polémica donde las haya, ha ido sobreviviendo a los avatares de la Historia gracias a la sedimentada lucidez con la cual ha vivido y dado cuenta, desde una posiciónpersonal siempre incómoda y delicada, de los acontecimientos que han ido marcando un siglo cargado de convulsiones de toda índole. Escribió entre otras obras, Acercamientos, La emboscadura, El libro del reloj de arena, Radiaciones (Vol. 1 Diarios de la Segunda Guerra Mundial), Radiaciones (Vol. 2 Diarios de la Segunda Guerra Mundial), Pasados los setenta I (Radiaciones Vol. 3), Tempestades de acero, La tijera, El tirachinas y El trabajador.
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